Los que por alguna razón leen

viernes, 27 de julio de 2012

Sufrimientos de un idiota masoquista

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De seguro llorarías, si vieses como se fisura el pobre esforzado con cada intento de ser feliz. Del horror esconderías tu rostro, al ver como las arterias se hinchan y explotan. El pus que cae de cada aurícula sería el recuerdo que no podrías sacar de tu mente.
Pero descuida, no tendrás el desagravio de ver, ni de saber que todo eso sucede. No veras como se me seca la Horta ni como florecen mis arterias subclavias.


Todo sucede en su justo momento y créeme que este no es el momento de que mi maltratado diamante sufra una contracción muscular. Tampoco es momento de que sepas que el aire me falta y en ocasiones mis pulmones no funcionan y que esas válvulas pulmonares han desaparecido. – No tienes por que saberlo –
No tienes por que enterarte de que cuando me aguanto el deseo de tocarte, mis venas coronarias se hinchan y comprimen, cada uno de los ventrículos de este corazón.


Lo importante es que estas, que si te pierdes de vista no es por mucho. Aunque en ocasiones me gustaría que no te fueses nunca.
¿Qué importa que se me haga pasa el corazón?
¿Qué importa que drene un líquido verdoso por la cava inferior?

Uf… estas son las consecuencias de ser un idiota.
Eso no lo sabes y no tienes por que saberlo – ¡Sólo quédate! Por que el convencimiento de que estas cerca: me hará el más feliz de los idiotas masoquistas.

Stgo 10/01/2012