Contempla en el espejo, el pálido reflejo, que hoy presenta el ruiseñor.
Invadido por la angustia, transita por el día a día, sufre por que ha vuelto la oscuridad de siempre.
Su problema no es vivir en la oscuridad, lo que lo atribula es:
Luego de acostumbrarse a vivir a la luz del día, se siente cómodo en su cálido existir, en esa agradable sensación; el trasfondo de todo es lo penoso y agónico que se vuelve el paso a la vida en días de nubes.
Hoy es uno de esos días en los cuales se la ido la luz y la inevitable nube (digo inevitable, por que antes ya ha tratado de evitarla, buscando cobijo debajo de alguna rosa hermosa- viva y firmemente agarrado a un frasco de cristal que a llenado con calor y luz solar) se le ha posado sobe la mollera y ha amortizado su corazón.
Avanza el día, el silencio es absoluto, no hay ruido de autos ni microbuses que él pueda escuchar. Absorto en su amargura, recuerda con tristeza, como el viento deshojó la rosa viva, el frío quemo su tallo, decayó, se deshizo y se pudrió en la tierra. Apretaba fuerte el frasco de cristal; el frío pudo más.
Cautelosa y silenciosa cae una cristalina gota por su mejilla al darse cuenta que la luz de su frasco se había desvanecido y calor que contenía se había difundido.
¡AH! Pobre ruiseñor: Seca su lágrima y se da cuenta que sus ropas no han sido cambiadas y en pijamas ha caminado el día transcurrido. ¡Desesperado en busca de una vitrina! Se encuentra con su imagen desdeñada.
Su melena se ha enredado como hiervas de pantano seco, las opacas toscas piedras dan muestra de la tristeza de su corazón. Ve que sus hombros van a la altura de las caderas. Con la mirada hacia el piso y continua con paso perdido.
Ya no le importa lo desaliñado que está, no le importa vestir un pijama a rayas de color rojo con blanco, ni tampoco que tenga los pies manchados con lodo, ya no le importa nada. - ¡Cómo a todos!
Sus pasos lo llevan a un angosto callejón, vacío. Cansado ya de andar, cansado ya de buscar días soleados ha decidido sentare en una plaza intima, junto al basurero social, a ver la vida pasar si hacer más para su situación cambiar.
11 comentarios:
Es un relato muy emotivo, melancolico, desesperanza?
Un abrazo
Un mundo lúgubre y vacío, la vida sin el sol, dejó de ser vida.
Estupendamente plasmado con tus palabras.
Saludos amigo Marcus.
MI comentario en esta ocacion sera bastante siliaco, desde que lo lei lo encontre bastante lugubre, triste ...pero me gusta mucho ..... Michel
www.micheldeb.tk
A veces esas plazas son la posibilidad de sumergirse al ciclo de la vida. Como Proserpina, abrevar de lo profundo, para ver volver la primavera.
Tienes un regalo en mi laberinto.
Besos.
Si, lo de siempre buscar y no encontrar, encontrar y no calzar. Como dijo un amigo: "En la vida parecen estar todos con lo suyo y yo sin lo mío"
Muchas gracias compadre por mostrarme un mundo nuevo, que si no es para todos, por último que sea para el que le interesa.
Aclaración:El incesto, es un asunto de cada quien, es como fumar o beber y quien soy yo para decir si está bien o mal. Decide tú mismo.
Un abrazo.
Me gusta la forma en como has plasmado lo profundo de tu ser, que por encontrarse (a veces) sin luz no tiene por qué estar carente de sensibilidad.
Besos del gorrión.
Me gustó mucho :') Escribes muy bien. Y no, gracias a ti por comentar mi blog. Me alegra que te gustaran las imágenes. Sí, Trevor Brown es un tanto macabro pero aún así me gusta mucho.
Interesante? No sé si deba ser yo quien juzgue eso, pero gracias por el cumplido, intento serlo jaja.
Cuídate
xx
Hola Cristofer,
Qué tristes parecen los días sin sol, que oscura sería la vida sin esa luz, no la solar, sino la interior...al menos yo lucho por que no se apague...Relato triste pero magistralmente expuesto...Gracias por tu comentario y seguimiento...por aqui también me quedo con gusto :) Un abrazo grande,
Bea
Soledad, oscuridad y una luz encerrada para no perder la intimidad. Todas las palabras y los actos tienen sus antónimos. Nada es eterno. La oscuridad y la luz, el todo y la nada...no existirían sin su opuesto.
Ver la vida pasar no es vivir.
una desesperanza pegajosa de días sin luz...me gustó...saludos!
Publicar un comentario