Los que por alguna razón leen

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Delirio de un condenado. (A su Porcelana)





Y como me gustaría
Perderme entre tu sabana,
Alcanzar temperaturas de la habana
Y transformar ese momento en una algarabía.

A ti mujer de porcelana, que tanto quisiste;
Con pasión y deseo,
Te haría olvidar, todo lo que sufriste.

Y como me gustaría disfrutar
De la punta de tus pechos, del vaivén de tus caderas
Sin el remordimiento de lo que te ha hecho volar.

Como me gustaría sentir tu piel lechosa,
Gozar del rose de tu cuerpo…
Junto a mi cuerpo,
Solos, un noche caprichosa.

Una vez más tomaría de tu sexo vivo,
De la gota lujuriosa que baja desde tu pecho
Para que tu lengua, por mi oído, haga un recorrido furtivo.


Quisiera contemplar tu fisonomía,
(Ya exhaustos de tanto amar)
Junto a la mía.

Y si  bien, se que no veré a una musa como las de hoy,
Si no que como las de antaño:
Tendré la pasión que he disfrutado
Todos estos años.