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Te extraño desde el primer día.
Te extraño desde que el sonido de tus labios acarició mi oído.
Te extraño.
Te he extrañado teniéndote tan cerca.
Te he extrañado hablándote a diario.
Te he extrañado dejando la puerta abierta.
Te he extrañado en mi camino planetario.
Y se inundan mis noches con la ausencia de tus labios
Y se inundan mis días con el deseo de tocarlos
Dulce porcelana. Blanca. Muñeca de vitrina.
Hoy te tengo, no teniéndote.
Somos dos extraños buscando el momento,
Del reencuentro.
Te extraño y me contengo.
¡Hoy te extraño...!
En la clandestinidad de mis noches.
Te pido en besos y abrazos.
Hago, hipócritas mis días.
Me conformo con el escaso
Sonido de tus labios lejanos.
-Recuerdo el calor de tus brazos-
Extraño la calidez de tus palabras,
El entendimiento a mis ideas.
Se escurre el tiempo, la distancia nos atrapa.
Las ideas ya no calzan. Lejos en las noches. Lejos en los días.
Te extraño sabiendo que un simple llamado
Soluciona todo;
Te extraño sabiendo que hace daño llamarte,
Lo trastorna todo.
En fin... simplemente
¡Te extraño!