Cuando tu mirada
se desvanezca en la obscuridad de nuestra intimidad
sentiré lejana tu húmeda existencia.
Con caricias y susurros llegarás: te posarás
en mi espalda fría y marmolea.
Cuando así ocurra:
vuélvete loca, desenfrénate y pierde los estribos de la
cordura,
haz lo que no te atreves
y ronronea mi nombre en el clímax de tu cuerpo.
Salta de tu conservador refugio,
a mi callejón libertino;
cuan gata arrabalera llena de experiencia
que no reconoce límites ni controles.
Se lo o que no eres, para yo ser lo que no soy
y podamos jugar juntos esa guerra en el alcohol.
En el momento en que gas toxico de nuestros cuerpos
lacrimógenos
nuble mis ojos me alimentaré de tu lengua.
Comeré de ti y tu de mí,
saciaremos la sed, con el vapor de nuestros cuerpos
cuando tu aroma sea mi existencia al momento de que botes tu
bandera blanca
y con rasguños en mi espalda jadees un TE AMO.